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Jeannette L. Clariond, la poética del minimalismo apasionado

Updated: Mar 15, 2021

Joan Lluís Montané De la Asociación Internacional de Críticos de Arte


La escritora, poeta y traductora mexicana Jeannette Lozano indaga en los vericuetos del minimalismo de la palabra, a partir de la pulcritud del concepto. Parte de una clara postura secuencial, en la que desgrana imágenes a modo de frases, en las que se recrea, buscando los ‘tempos’ adecuados, en el silencio del instante, en el momento preciso, cuando discurren los segundos elaborados. Escribe con pulcritud, adoptando un lenguaje poético sintético, pero, a la vez, rico, ornado con la austeridad de la verdad, buscando la evidencia de la constatación en la pléyade de significados. Clara, busca lo diáfano, a partir del discurso concreto, intelectual, insuflando sentimiento a cada párrafo, buscando la expresión comedida, porque la vida es esencia. Determinante, aspira a la serena evidencia a partir del concepto sugerente, aquel que se halla en el entresijo de su acepción, dotándolo de doble sentido, o bien expresando su cometido semántico tal cual. Es científica porque busca la concreción a partir de la adjetivación mínima, pretendiendo asentar un discurso de la soledad, en la antesala del amor, situándose entre bambalinas. A veces fósil, como si todo se ralentizara, en ocasiones ardiente apasionada, en otras artista fogosa de ancestral posición, mientras contempla los instantes como transcurren sin pausa, en la miríada de pretensiones, alejados de goces, surcando mares de deseos, contenidos en la madeja de la espiral. Jeannette consigue ver el océano en la mirada, estableciendo los bosques del almirante, buscando jinetes desperdigados en el desierto de la alborada, cuando sale la luna llena, con los animales y Devas, mientras poetas y escritores románticos se ensimisman en la focalización de una actitud alada. Busca la sintaxis, sin renunciar a la elipsis, profundizando en la marea esmeralda de sus profundidades azules, sostenidas, condicionadas a la intelectualización de las ideas, permitiéndose corrección, para obtener ascensión. Pule instantes de desasosiego, renuncia a ambigüedades barrocas, alejándose de palabras confusas y conceptos inoportunos, para conceder momentos al frenesí de lo sublime, manteniéndolo en la dinámica terrena, aunque su corazón le impulsa a otros estadios más espirituales. Se sitúa en el terreno del minimalismo apasionado porque sintetiza y reconvierte, permitiéndose alcanzar estadios que rozan la energetización contenida, siempre con caricias a lugares y momentos entrañables, que son, en cierta manera, la eficiencia de su discurso legado, testificando a partir de la verdad, aquella que descansa en lo más alto del amor. Partidaria de la evidencia, se sitúa en la fragancia para determinar su voluntad de ver en la pradera del deseo, fomentando el trote correcto al caballo desbocado en la planicie de cristal, adornada con guirnaldas de platino especial, en consideración con su pretensión subliminal de ser el silencio inmemorial de la poética universal.


Joan Lluís Montané De la Asociación Internacional de Críticos de Arte

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